Escritos negros.
“Ya quiero que llegue Enero de 2097“.
Hace mucho que no escribo y es porque no sentía la necesidad de hacerlo. Siempre he dicho que escribo porque lo necesito, y de alguna manera desahogar lo que siento y lo que vivo. Lo hago aquí hoy en mi blog, que es el espacio que siento más personal, a diferencia de alguna publicación u otro blog.
Éste es un escrito negro y tiene éste color porque no todo en la vida es de colores brillantes a veces se sienten ésta seríe de colores con tintes obscuros...
Sé que éste no es un escrito que hable de cosas hermosas y me disculpo, pero no puedo expresar lo que no sienta en el momento.
Siempre he pensado que trabajar y educarte en alguna carrera artística implica manejar sensaciones y emociones que te llevan de alguna manera a “vivirlas“... por ejemplo las hermosas y ver el mundo de alguna manera artística en toda su belleza, pero de vez en vez esas emociones también implican la tristeza o “sentir” de alguna manera al mundo en sus facetas no agradables.
Hoy estoy cansada de sentir, literal de sentir... A veces quisiera tener el don de desconectar mi cerebro, de alguna manera ya no pensar. Estar en un estado de inanición y que las tragedias pasarán, las tristezas no existieran. Dormir un tiempo y despertar sintiéndome bien, sin éste estado de tristeza severa. Yo sé que muchos me dirán que no debo de pensar así, que no es normal y quizá una parte de mí me lo diga, pero no puedo evitar el sentir esto.
Viendo el mundo como es... No lo entiendo, hay cosas que salen de mi completa comprensión. Como la injusticia social, el abuso, la violencia en todas sus manifestaciones, las tragedias que suceden causadas por la corrupción, el abuso hacía los animales, las guerras, las hambrunas... y no quisiera acostumbrarme tampoco al mundo, pienso que es injusto en muchos aspectos y mi mente de alguna manera se rehúsa a entender ciertas cosas que suceden en él. De repente en retrospectiva de los valores éticos que obedecen a una lógica personal, que te has formado a lo largo de la vida, te encuentras con que no es así, que muchas cosas vibran a una intensidad distinta con lo reflexionado.
Reflexionando en todo esto, también he pensado en lo que implican las emociones y de que manera las vivimos.
He reflexionado en que la tristeza es necesaria de alguna manera para entender y disfrutar la alegría. También he pensado últimamente en que si la alegría fuera permanente no sentiríamos alegría ya, al vivirla y que ese estado de alegría permanente no existe. La felicidad son chispazos de tiempo, instantes.
El día de hoy tengo cosas por las que sentirme feliz, sin embargo, no sé porque siento éste vacío interior y éstas ganas de llorar todo el tiempo. Quizá sea un cansancio emocional debido a muchas cosas fuertes que me pasaron éste año. Quizá me falta recargar de alguna manera las pilas y seguir. Quizá me haya cansado de nadar y nadar para salir a la superficie. Quizá esté cansada de mí. Quizá solo esto sea unos días... Lo cual lo espero de todo corazón. Quizá estos altos y bajos de emociones, éste paso de la felicidad extrema a la tristeza extrema, cambien en Enero del 2097... Por eso ya quiero que llegue Enero del 2097... Por cierto el 97 es porque ha sido el mejor año de mi vida.
Quizá muy en el fondo de mí escriba esto con la esperanza de que alguien haya sentido lo mismo que yo y saber como cambió el color de su día a día. Pero en éste momento en el que ni yo misma me entiendo, he perdido la esperanza de que alguien lo haga. ¿No debería yo misma de entenderme? O ¿Quizá pase toda la vida intentando hacerlo?...
Así como en otras cosas que he escrito, sigo pensando lo mismo : la sensibilidad y la intensidad son la mayor bendición y la peor maldición.
Por eso el día de hoy el escrito es negro. Por eso ya quiero que llegue Enero de 2097.